Descripción
Nadie ha conseguido descubrir su verdadero origen. Solo existen hipótesis, mas o menos confiables, sobre su origen y significado. De lo que sí podemos estar seguros es que se trata de una palabra increíblemente antigua.
La primera mención conocida de la palabra proviene de la antigua Roma y era un método para combatir la malaria, que para entonces no se asociaba a la picadura de zancudos sino a demonios o malos espíritus. Y la malaria, de la que se tienen registros ya en el año 450, tenía su propia diosa protectora: la diosa Febris.64. ABRACADABRA.
Allí aparece entonces esta palabra, en el siglo III dC en un libro llamado Liber Medicinalis (a veces conocido como De Medicina Praecepta Saluberrima ) por Quinto Sereno Sammonicus, médico del emperador romano Caracalla, que en el capítulo 51 prescribe que los enfermos de malaria usan un amuleto que contiene la palabra escrita en la forma de un triángulo.
El poder del amuleto, explicó, hace que las enfermedades letales desaparecen. Otros emperadores romanos, incluyendo Geta y Alejandro Severo, eran seguidores de las enseñanzas médicas de Sereno Sammonicus y pueden haber utilizado el conjuro también.
El médico usaba como talismán un pedazo de papel con la palabra Abracadabra escrita en él, que repetía a continuación con una letra menos en cada línea, hasta que solo quedara la a.
La cosa no acababa ahí: después debía enrollar el papel, envolverlo en una tela y llevarlo colgado en el cuello durante nueve días, pasados los cuales había que lanzar el talismán por encima del hombro a un río cuya corriente se moviera hacia el este.
Como verás, hay mucho por recorrer si decides rastrear los orígenes de abracadabra. Su significado etimológico es muy rico e interesante.
Otra opción igualmente válida en la etimología de ABRACADABRA es la voz hebrea Aberah KeDabar, que significa literalmente “pensar mientras hablo”. El término no se refiere a la fe, al menos no directamente, pero si al acto de pensar algo que se vincula a “crear” y no “creer”; como Jehová creó el universo por la palabra puesta en acción.
También hay otras versiones sobre el origen de la palabra. Se cree que puede haber surgido de la expresión hebrea “Ab, ruach, dabar” (“Padre, Espíritu Santo, palabra”) o “Abrai seda brai” (“Fuera, espíritu maligno, fuera”).
Otra de las posibilidades es la que la vincula al arameo Avrah Kahdabra: “Creo que mientras hablo”; cuyas fuentes son idénticas a la anterior, es decir Dios, que reúne en todo lo que es y podría ser, tirar hacia lo concreto, el objeto de sus pensamientos.
Lo único que sabemos hoy con certeza es que la palabra ABRACADABRA ha sobrevivido al paso de los cazadores de brujas, libelos inquisitoriales y convicciones religiosas. Y se mantiene vigente en el tiempo, transmitiéndose de generación en generación.
Abracadabra es una palabra usada en los encantamientos y en la magia como fórmula mágica. Existe en muchas lenguas europeas sin prácticamente modificación (español, inglés, alemán, ruso…).
La primera mención escrita nos llega en el siglo II de la mano del médico Quinto Serenus Sammonicus, que trabajó para el emperador romano Caracalla y que en el capítulo 51 de su libro «Liber medicinalis» aconseja a los enfermos de malaria portar colgado del cuello un amuleto con la palabra Abracadabra escrita en forma de triángulo. Se creía que tenía poder para hacer desaparecer las enfermedades mortales poco a poco al ir restando una letra a la palabra en cada línea.
Los gnósticos de la secta de Basílides también utilizaron la palabra como fórmula mágica, escrita en amuletos, para invocar espíritus benéficos que los ayudaran a frenar tanto las enfermedades como las desgracias. Posteriormente su uso se extendió fuera de la secta.
El origen real de la palabra ABRACADABRA es incierto. Unos historiadores opinan que procede del arameo (lengua antigua relacionada con el hebreo) «אברא כדברא» «avrah k’davra» cuya traducción es «Creo mientras hablo», otros que del árabe «abreq ad habra» que quiere decir «trueno que mata» y sería una manera de conjurarlo o también podría ser simplemente un hechizo que recogía las primeras letras del alfabeto latino tardío «A-Bra-Ca-Dabra» y daría poder sobre todas las cosas.
La última teoría apunta a que en realidad es un vocablo sin sentido con un trasfondo misterioso que podía provenir de un culto persa. Éste prescribía que se debían adorar 365 dioses, tantos como días tenía el año, y cuando se oraba se los debía mencionar a todos. Si te saltabas alguno, esto podía crear una ofensa a ese dios y caer sobre ti la desgracia. El único remedio era volver a empezar. Los sacerdotes para resolver este problema decidieron reemplazar los nombres por letras griegas y situarlos en un amuleto en forma triangular. Como esto también era complicado, finalmente resolvieron simplificar más y únicamente se utilizó la primera linea del triángulo mágico. La palabra que quedó fue ABRACADABRA.
Actualmente todavía la pronuncian muchos magos cuando hacen un truco de magia. Como curiosidad añadiremos que la palabra Abracadabra se parece mucho a la que utilizó J.K. Rowling, en la serie de libros de Harry Potter, para uno de sus peores maleficios: «AVADA KEDAVRA». Esta expresión procede del arameo y quiere decir «que la cosa se destruya».
Los orígenes del “Abracadabra”
Probablemente se trate de la palabra mágica más común, pero en realidad no tiene ningún significado definido: fue utilizada como palabra mágica y evocadora del valor esotérico que la tradición popular le atribuyó.
En la antigüedad esta palabra era considerada como un poderoso conjuro para emplear en casos de fiebre o infección. La fuente más antigua que menciona la palabra Abracadabra es el Liber Medicinalis – también conocido como De Medicina Praecepta Saluberrima – escrito por Quintus Serenus Sammonicus, médico de la corte del emperador romano Caracalla en el siglo III d. C. Sabemos que Sammonicus prescribió que el emperador siempre llevase consigo un amuleto en forma de triángulo invertido que contuviese la palabra escrita en su interior:
El gran libro de la mitología griega: Basado en el manual de mitología griega de H. J. Rose
Portada – Detalle de “La Hechicera” de John William Waterhouse. Public Domain; La ‘palabra mágica’, Abracadabra, Wikimedia Commons. Deriv.
26 JUNIO, 2015 – 16:06 ANCIENT-ORIGINS
¡Abracadabra! El Poder de la Magia contra las Fuerzas del Mal
La cultura moderna está dominada por la ciencia y la tecnología, que ofrecen, principalmente, explicaciones acerca del comportamiento humano y las fuerzas de la naturaleza. Pero esto no siempre fue así. En la actualidad, palabras como “brujería” y “magia” no ejercen el mismo efecto sobre nosotros que ejercían en el pasado; con frecuencia provocan risas y burlas y suelen ir unidas, en el mejor de los casos, a los trucos del ilusionista, o – más a menudo – y en el peor de los casos, a estafas de muchos timadores. En la antigüedad, el mago y el chamán eran sumamente respetados en muchas culturas, ya que para el resto de la gente ellos eran quienes controlaban las fuerzas invisibles e interpretaban la voluntad de los dioses. Además, eran capaces de proteger el poder del rey o de la familia y de dar estabilidad a un imperio.
Antes de comenzar con nuestro análisis, tenemos que clarificar el tipo de acercamiento que adoptamos en su preparación, así como aclarar otros argumentos que tratan sobre el conocimiento esotérico: este es un serio estudio antropológico, ya que la magia -igual que sucedía con la alquimia, la adivinación, y la compleja astronomía-, históricamente no ha sido ni un entretenimiento ni un puro divertimento. La magia formaba parte de las disciplinas esotéricas que defendían que el conocimiento no era accesible a cualquiera, sino que debía ser transmitido, generación tras generación, entre sus practicantes.
Por tanto, ¿cúal es el conjuro más común de todos? ¡Abracadabra!, por supuesto.
Los orígenes del “Abracadabra”
Probablemente se trate de la palabra mágica más común, pero en realidad no tiene ningún significado definido: fue utilizada como palabra mágica y evocadora del valor esotérico que la tradición popular le atribuyó.
En la antigüedad esta palabra era considerada como un poderoso conjuro para emplear en casos de fiebre o infección. La fuente más antigua que menciona la palabra Abracadabra es el Liber Medicinalis – también conocido como De Medicina Praecepta Saluberrima – escrito por Quintus Serenus Sammonicus, médico de la corte del emperador romano Caracalla en el siglo III d. C. Sabemos que Sammonicus prescribió que el emperador siempre llevase consigo un amuleto en forma de triángulo invertido que contuviese la palabra escrita en su interior:
La primera mención conocida de la palabra abracadabra tiene lugar en el siglo III d. C. en un libro llamado Liber Medicinalis. Se pensaba que la palabra, escrita al revés y llevada sobre el cuerpo, tenía poderes reconstituyentes. Wikimedia Commons
La primera mención conocida de la palabra abracadabra tiene lugar en el siglo III d. C. en un libro llamado Liber Medicinalis. Se pensaba que la palabra, escrita al revés y llevada sobre el cuerpo, tenía poderes reconstituyentes. Wikimedia Commons
Se creía que una vez que el paciente se pusiera el amuleto, sentiría un alivio de su enfermedad. Llegados a este punto es necesario recordar que desde la medicina de la antigua Mesopotamia existían ritos de exorcismo contra los demonios que supuestamente provocaban las enfermedades y que las prácticas rituales y astronómicas se remontan, a veces, hasta épocas prehistóricas.
La Magia de los Antiguos: Cinco Increíbles Textos de Hechizos, Maldiciones y Encantamientos
Las Maldiciones de las Tumbas del Antiguo Egipto: Conjuros Mágicos de los Muertos
Conversaciones Sagradas: el Impacto del Misterioso Libro de Soyga
De Medicina Praecepta Saluberrima, de Quintus Serenus Sammonicus, edición de 1662. Fuente: Deutsche Digitale Bibliothek
De Medicina Praecepta Saluberrima, de Quintus Serenus Sammonicus, edición de 1662. Fuente: Deutsche Digitale Bibliothek
Caracalla no fue el único que escogió la práctica de la magia para contrarrestar las fuerzas malignas; los Emperadores Geta y Severo Alejandro también siguieron las recomendaciones de Serenus Sammonicus, utilizando el hechizo con el mismo objetivo.
El enigma del nombre
Algunos investigadores creen que es posible descifrar la etimología de la palabra ” abracadabra”, hecho para el que, actualmente, existe más de una explicación, por lo que destacaremos las teorías principales.
Una primera teoría toma en consideración la expresión aramea “Avrah KeDabra”, que quiere decir, “crearé lo que diga” o “la palabra del mago se hará realidad.” Otros estudios defienden que la palabra proviene de la expresión árabe “Abra Kadabra”, que quiere decir “permitan a las cosas ser destruidas”, refiriéndose en este caso a la enfermedad. Más que una maldición, los investigadores piensan que la sentencia aramea fue usada como un medio para curar enfermedades.
Otra teoría asegura que abracadabra podría referirse a las palabras hebreas “ab” (padre), “Ben” (hijo) y “ruach hacadosch ” (espíritu santo).
Una última teoría expone que la palabra proviene de Abraxas, un término encontrado sobre piedras y gemas que fueron usadas como talismanes. Abracadabra podría haber descrito alguna especie de mediación entre la humanidad y el dios Sol.
Anverso y reverso de gema con la efigie de Abraxas acuñada sobre ella. Public Domain
Anverso y reverso de gema con la efigie de Abraxas acuñada sobre ella. Public Domain
Abracadabra y el poder del Sol
Puede considerarse que la palabra está vinculada con “megas archon”, el “Gran Arconte”, el príncipe de las 365 esferas. En la cosmología del culto de Basilides de Alejandría -secta gnóstica que representa un movimiento filosófico-religioso nacido en los siglos II y III d. C.- las siete letras que constituyen la palabra representan a cada uno de los siete planetas: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, y Saturno.
La importancia del eslabón entre abracadabra y los poderes sanadores del Sol está presente en algunos amuletos y gemas en los que la palabra, a fin de repeler a las fuerzas malignas, se escribía con intenciones apotropaicas. Los arqueólogos han encontrado muchos amuletos con forma de triángulo y la palabra abracadabra. La palabra era un conjuro que solía recitarse empezando desde la parte superior del triángulo y continuando hasta la última “A” de la base inferior. Se creía que la enfermedad se iría aliviando a medida que se recitaba y que, finalmente, acabaría por desaparecer del todo.
triangulo abracadabra
abracadabra
triangulo
https://www.youtube.com/@joyeriaesoterica