Description
El Sello de Salomón es uno de los símbolos más potentes que jamás ha elaborado el pensamiento esotérico. Contrariamente a lo que se podría pensar, el sello no fue inventado por Salomón, si bien tomó su nombre de él, quizá debido a la importancia del símbolo y para darle un rasgo de antigüedad. En cualquier caso, se trata de uno de los símbolos esotéricos más importantes y está formado por dos triángulos equiláteros, colocados uno con el vértice hacia arriba y otro con el vértice hacia abajo. Los dos triángulos representan los cuatro elementos; concretamente, el triángulo orientado hacia arriba simboliza a los elementos fuego y aire, y el triángulo orientado hacia abajo, al agua y a la tierra. Cuando los dos triángulos llevan en el centro un punto, que simboliza la quinta esencia, representan todos los elementos del cosmos. En la tradición mágica antigua, el Sello de Salomón se utilizaba como defensa contra los espíritus malignos. El mago llevaba en la prenda que cubría su cuerpo y constituía, junto con el círculo mágico, trazado en el suelo con un espada, una de las mayores defensas con las que contaba durante los rituales de la magia medievales. Actualmente se puede explicar el efecto del Sello de Salomón a través de la física micro vibratoria moderna. Esta tendencia al orden intercepta los campos energéticos del lugar o proveniente En vidas semejantes, pasados tres mil años, la verdad, la leyenda y la fábula se mezclan en torbellino. Al parecer, en un sueño, Jehová apareció ante Salomón y le preguntó: “¿Qué quieres que te dé? Y dijo Salomón: “Jehová, mi Dios, soy muy joven y no sé cómo gobernar. Por eso, dame sabiduría”. Y respondió Jehová: “Porque has pedido sabiduría y no larga vida ni riquezas, te daré más sabiduría que a cualquiera que haya vivido hasta ahora, y además te daré riquezas y gloria”. Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado está tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. (1ª Reyes 3: 6 – 12) El Gran sello mágico del rey Salomón contiene detalladas descripciones de espíritus, así como los conjuros necesarios para invocarles y obligarles a cumplir la voluntad del conjurador (llamado en el libro exorcista). También se explican en detalle las acciones previas a la invocación, tanto la fabricación de los elementos que se emplearán en el ritual (amuletos, círculos, signos, sellos), como los rituales necesarios para evitar que los espíritus tomen el control y otros rituales de protección. La tradición del poder de Salomón sobre los espíritus aparece también en otras culturas del Oriente Próximo y Medio. Ejemplo de ello es el libro Las mil y una noches, recopilación de cuentos del ámbito árabe-musulmán en la que se indica que Sulaymán (Salomón), hijo de Daud (David), es considerado Señor de los Ifrit (genios poderosos del folclore árabe). También se dice que castigó a los ifrit rebeldes que se negaron a someterse a su obediencia encerrándolos en jarrones tapados con un sello de plomo en el que figura impreso el nombre de Alá. En estos jarrones se inspiran probablemente las “lámparas maravillosas” de la cultura popular moderna. La primera sección, llamada Ars Goetia (en latín medieval, el arte de la goecia, que significa brujería -del griego γοητεία, goēteia-) contiene las descripciones de los 72 demonios que se dice que Salomón invocó, encerró en vasijas de bronce selladas mediante símbolos mágicos y obligó a trabajar para él. El libro asigna un rango y un título de nobleza a los miembros de la jerarquía infernal, y un signo “al que deben lealtad” (más conocido como sello). Además, esta parte enseña a construir una vasija similar a las de Salomón y a usar las fórmulas mágicas para llamar a estos demonios de forma segura.